Aprender de los errores ajenos te puede ahorrar dinero. Estos son los más frecuentes entre inversores nuevos y cómo evitarlos desde el principio.
1. No pongas “todos los huevos en una sola canasta”
Concentrar tu inversión en una sola acción puede ser muy arriesgado. Si esa empresa cae, perdés gran parte de tu capital. Diversificar es una de las reglas básicas para cuidar tu portafolio.
2. Tené un plan de inversión y seguí tu estrategia
Invertir sin un objetivo claro es como navegar sin rumbo. Definí para qué estás invirtiendo (jubilación, ahorro, compra de vivienda), en qué plazo y qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir.
3. Diversificá y no te desesperes ante las caídas del mercado
El mercado es volátil. Los precios suben y bajan, a veces sin lógica aparente. En lugar de reaccionar con miedo, revisá tu estrategia y recordá que los mercados tienden a recuperarse a largo plazo.